Guedra Guedra estrena “Paradigm” | Desafía la norma y expande el ritmo
Portada Mutant
Con un pie en el futuro y otro en la memoria colectiva del continente africano, Guedra Guedra lanza “Paradigm”, un nuevo sencillo que anticipa su próximo álbum MUTANT, disponible el 29 de agosto vía Smugglers Way, el subsello de Domino. La canción es un recorrido hipnótico por los cantos y rituales del pueblo maasai de Kenia y Tanzania, reimaginados a través de sintetizadores húmedos, percusiones digitales y texturas físicas que rebotan como si el beat se tocara con el cuerpo, no con máquinas.
“Paradigm” se construye desde la repetición tribal hacia la expansión electrónica. En él se escucha el eco de la tradición en una llamada y respuesta ancestral, pero también el gesto radical de traer esa herencia a la pista de baile. No se trata de una apropiación: se trata de una comunión. Abdellah M. Hassak, el productor marroquí detrás del proyecto, usa las herramientas del beat moderno —kicks en 4/4, glitches, ambient sintético— para traducir la experiencia comunitaria del sonido africano en un idioma contemporáneo que no olvida su raíz.
MUTANT no es solo un álbum: es un manifiesto sobre la descolonización sonora. A partir de grabaciones de campo recolectadas en Marruecos, Guinea o Tanzania, y con influencias que van del bass y el techno al dub y la electrónica experimental, el disco propone un cuerpo vivo, en constante cambio. Explora el ritmo desde una óptica no lineal, desafiando la lógica de producción occidental que históricamente ha invisibilizado las polirritmias africanas o las dinámicas no estándar del sur global.
“Las herramientas que usamos para producir música no entienden lo que no pueden medir,” afirma Guedra Guedra. MUTANT entonces se convierte en ese terreno intermedio donde el sonido deja de seguir reglas impuestas y vuelve a abrir caminos, como si fuera un ritual de invocación tecnológica, un acto político hecho beat.
Con visuales de Sophie Koko para acompañar “Paradigm”, Guedra Guedra reafirma que lo suyo no es solo música para bailar, sino música para pensar con el cuerpo. El álbum, su primero con Domino, será un paso fundamental en una carrera dedicada a explorar el afrofuturismo, el ritmo como filosofía y la vibración como archivo espiritual.