Miel de Montagne | El arte de quejarse con estilo
Miel de Montagne no le teme a las emociones contradictorias. Su nuevo disco, Ouin Ouin, es un manifiesto pop lleno de pequeñas fugas de luz, momentos de euforia, y sí, también quejas con encanto. El título es un guiño en francés a ese llanto melodramático que todos reconocemos —pero aquí, se convierte en ritmo, en melodía, en declaración de principios.
Entre sintetizadores dulces y letras que flotan entre el absurdo y la introspección, Ouin Ouin se mueve como lo haría un corazón joven: sin rumbo fijo, pero con todo por sentir. Canciones como “Pourquoi Pas”, “Permis Bébé”, “Le Tuto” y “Calvin” ya han girado por medio mundo y suenan como si fueran parte de la playlist de una película francesa donde todo está por salir mal... pero no importa porque el soundtrack es perfecto.
Miel de Montagne se consolida como uno de los artistas más sensibles y libres de su generación, compartiendo universo emocional con gente como Lewis OfMan, L’Impératrice, Parcels, Benny Sings o Men I Trust. En este disco, baila entre la tristeza y la ternura sin miedo a exponerse. Porque si algo deja claro Ouin Ouin, es que no hay que temerle a sentir demasiado.